Suelen ser causadas por partículas introducidas en los labios de fieltro de los carretes, guías de la cámara, pinzas de escurrir defectuosas, arañazos accidentales o archivado de negativos incorrecto. Son los defectos más difíciles de retocar en el positivo cuando se hallan en la emulsión. La acción más eficaz que podemos ejercer será siempre sobre las ralladuras que se sitúen sobre el respaldo de la película.
Existe en el mercado un producto restaurador de ralladuras, que actúa antes de secarse sobre la película cubriendo el surco dejado por la partícula u objeto abrasivo y evitando que la luz de la ampliadora "rebote" de borde a borde del minúsculo surco transmitiendo el defecto a la copia en forma de línea negra. Desgraciadamente, lo que nunca podremos esperar es que este liquido restaurador devuelva el detalle que la partícula haya arrancado a la emulsión, aunque vale la pena de cualquier forma, intentarlo siguiendo las instrucciones de uso del restaurador que ofrece el fabricante, y, siempre, en medio de una limpieza absoluta.
Un pequeño "truco" para paliar los efectos de las ralladuras consiste en desenfocar muy ligeramente la proyección con el propio objetivo de la ampliadora, milagrosamente, las ralladuras desaparecerán de la proyección, aunque como consecuencia obtendremos una copia resulta "ligeramente" desenfocada. Lo que podremos hacer para disimular la copia es usar cualquier tipo de virador para conferirle así un aspecto "romántico" que justificara a su vez el leve desenfoque.
Otro remedio más drástico, es el formatear la copia de tal manera que la/las ralladuras más graves queden fuera del área de proyección, esto sólo será posible si se hallan localizadas en una parte no esencial del negativo.
Si el negativo presentara alguno de estos defectos, deberemos intentar restaurarlo en seco antes de someterlo al proceso de la inmersión en agua con detergente. En la mayoría de los casos podremos restaurar en seco nuestros negativos si las partículas o pelusas provienen del proceso de secado o del almacenamiento. Pinceles con perillas de aire, gamuzas limpias y ligeramente humedecidas y un exigente sistema de almacenamiento de negativos te ayudará a ahorrar tiempo en el retoque.
Ya hemos aludido anteriormente a la importancia de la elección del papel baritado, semi-mate o mate, para efectuar sobre él el retoque con los mejores resultados posibles, añadiré ahora que deberemos procurar ampliar sólo de forma moderada (entre 18 x 24 y 24 x 30 cm., una ampliación de 18 x 24 cm. ya es una ampliación "visible".) aquellos negativos que presenten defectos, sobre todo si se trata de película de 35 mm.
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