Ante todo has de poseer amplios conocimientos y estar muy seguro de tu técnica, además, al tener que trabajar mayormente con modelos no profesionales, deberás poseer grandes dosis de paciencia, simpatía, tranquilidad y ser dialogante. Tendrás que mantener todo bajo control y a la vez saber guiar a los ayudantes y a la modelo.
Tu actitud ha de ser EN TODO MOMENTO muy profesional. Habla con claridad tanto a la modelo como a los ayudantes. Dirígete a la modelo en todo momento y disipa cualquier brote de ansiedad que pueda mostrar charlando con ella (incluso aclarándole el por qué le pides que haga esto o lo otro), las dificultades de la toma, etc. Evita los comentarios "graciosos" y el vocabulario "callejero", has de mostrar una imagen de seriedad y cumplir con esa imagen. Se simpático pero no te la des de ingenioso o acabarás soltando cualquier "tontería" por la boca que podría poner nerviosa a la modelo.
Recuerda que tienes una cámara, y no una ametralladora. Si disparas indiscriminadamente darás sensación de no saber lo que estás haciendo. Compón la escena y luego realiza las tomas que necesites para asegurar la foto sin escatimar en negativo, es cuestión de equilibrio.
"El cliente siempre lleva razón", así que sus sugerencias son importantes. Déjate guiar por su forma de verse y de cómo querer verse, pero recuerda que el entendido en fotografía eres tu. Quizás haya visto una fotografía en alguna revista y quiera otra similar, así que si no eres capaz de conseguir una igual házselo saber, pero igualmente déjale claro que tu forma puede ser tan buena o mejor que la de la revista.
Procura dar a la imagen el aspecto pictórico que desee el cliente (apariencia de niña, chica campesina, devora hombres...) pero un poco a tu manera. De todas formas expón tus ideas, es posible que al final las prefiera a las suyas.
Lo mejor será que la modelo sea maquillada y peinada por un profesional que sabrá prepararla para que parezca lo más atractiva posible, y que esa tarea sea realizada minutos antes de la puesta en escena.
Una regla de oro es la conversación. Conversa con la modelo en todo momento y mantenla informada de todo, haz que se sienta parte de la sesión y no como un objeto a ser fotografiado. Conversa sobre todo acerca del aspecto que ella presenta (pero no te pases, halágala pero que no piense que le tiras los tejos), de cómo está reaccionando (hazlo siempre de forma positiva, y si no lo está haciendo bien, tranquilízala con tono reconciliador y condúcela con tacto, nunca olvides que ni es profesional ni que ella es la quien paga, no la pongas de los nervios ni la trates con aires militares).
La ropa para una modelo no profesional suele ser sinónimo de seguridad. Si le pides de pronto a alguien que no está habituada ni preparada para ello que se quede ligera de ropa y/o con transparencias, echarás abajo gran parte de su protección psicológica, para contrarrestarlo lo mejor es que los cambios se produzcan en la intimidad del camerino en vez de en el decorado a la vista de todos, y darle un sustitutivo tangible al que aferrarse, que puede ser un collar de perlas, una flor, un espejo de manos u otra pieza de "atrezzo". Procura que esos elementos formen parte del decorado o que no entren en conflicto con él.
Durante la sesión fotográfica, la modelo tenderá a relajarse, pero mientras que se hacen los cambios y/o se preparan las tomas, podría volver a sentirse desnuda y caer nuevamente en un estado de inseguridad, para evitarlo, pon a su disposición una bata o albornoz de tacto agradable con el que pueda "vestirse" entre preparaciones y estados de espera (estos son los mejores momentos para darle igualmente algún refrigerio que ayudará a que se sienta "entre amigos"). Al principio se aferrará a la bata como a un escudo, pero a medida que avance la sesión verás cómo ya no necesita ponerse la bata, esto será una magnífica señal, indica que está preparada para conseguir un buen trabajo con ella. Ayúdate a ti mismo y a ella NO haciendo comentarios sobre cómo se siente ni la inseguridad que muestre, trátala como a una más del equipo, no evidencies signos externos de estarla estudiando o se sentirá como un "ratón de laboratorio". Todo lo que observes en ella te servirá para saber en cada momento qué trato dispensarle, pero que esa información quede sólo en ti.
Provoca las emociones adecuadas en ella. Las mayorías de las modelos profesionales están concienciadas de lo importante que es actuar, es decir, saben que deben concentrarse en la toma y en la imagen que desean proyectar, eso es lo que debes conseguir con las modelos amateurs. Para ayudarle tendrás que lograr que la modelo se "sienta bonita" y satisfecha de sí misma, así que halágala.
Otro obstáculo será a la hora de las poses, tendrás que enseñarles todos y cada uno de los mínimos detalles. No todas las poses pueden favorecer a una misma modelo, además, el estado de nerviosismo interno o externo de la modelo te lo pondrá difícil, así que ten una gran variedad de poses diferentes listas para ser puestas en práctica, y empieza con poses fáciles, las complejas déjalas para cuando veas que la modelo está psicológicamente preparada.
Siguiendo con las poses, tendrás que tenerlas bien catalogadas, fíjate que cada pose está estudiada para realzar determinadas partes del cuerpo, así que meterás la pata si usas una pose estudiada para realzar los senos con una modelo que ande escasa de ellos. Fíjate durante la entrevista en su físico (sin que se note) y ten preparado un abanico de poses adecuadas. Si ella sugiere una que no le quede bien, no seas borde y le digas aquello de: "es que comote faltan pechos...", mejor: "yo prefiero esta porque resalta la línea de tus piernas..." y respuestas por el estilo. La regla de oro es: Resalta lo positivo y elimina lo negativo.
Si deseas captar imágenes con con movimiento, tendrás que realizar un enfoque muy preciso, y hacer uso del flash electrónico para "congelar" la acción. Puedes usar el viejo truco de enfocar en un determinado punto y esperar a que la modelo pase por él, el disponer de cantidad de luz con la que trabajar con un diafragma reducido te ayudará a mantener al sujeto nítido, así como disponer de una cámara con motor de arrastre con el que efectuar varios disparos seguidos.
Si lo que deseas es dar sensación de movimiento, pues ya lo sabes, velocidad baja de obturación. A mí me gusta también mucho utilizar el flash, así se impresiona nítidamente el principio de la imagen y queda un halo de movimiento.
Realiza un enfoque selectivo, lo fundamental es la modelo no el fondo... salvo que te haya quedado tan bien y ayude a crear la atmósfera deseada, en ese caso inclúyelo sin dudarlo. Para centrar la atención en el primer plano nada mejor que un teleobjetivo (a partir de 135mm) y grandes aberturas. Si estas trabajando en el exterior y la luz natura es demasiado fuerte como para trabajar con aberturas grandes utiliza filtros grises nulos, una colección de al menos un par de filtros de distintos factores de absorción te serán de gran ayuda.
Tanto en fotografía en color como en blanco y negro las sombras te darán mucho juego, pero recuerda que las sombras duras no favorecen a los retratos, salvo que sea una penumbra en la que sobresalga la figura del modelo.
Tanto en retratos como en glamour y desnudo la textura de la piel y el alto detalle es fundamental. Usa emulsiones de grano ultra fino, y en el color mejor las diapositivas o película de máxima calidad.
Mezcla los colores con armonía: mejor pocos colores que una gama sin fin de tonalidades. Los colores intensos aparecerán más intensos si tomas la lectura de la exposición en la zona de color, pero hazlo siempre y cuando que los colores favorezcan a la modelo.
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