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Alteraciones en el Negativo

El exceso o defecto de exposición no sólo afectará a la densidad del negativo, sino también al contraste. Debido a que sólo hay unos tonos en los que pensar (recuerda el sistema de zonas), una alteración en el revelado es un arma muy útil en blanco y negro. Si se aumenta el revelado la gama de tonos disminuye, aumentando el contraste. Si al contrario reducimos el revelado, aumenta la gama de grises y reducimos el contraste. Esto significa que una escena con una gama limitada de tonos (como un día nublado) se le puede dotar de mayor contraste aumentando el revelado. Ten en cuenta que tu decisión afectará a todo el negativo, así que si lo que buscamos es experimentar lo mejor es que nos montemos nuestros propios carretes con por ejemplo 15, 10 ó 5 exposiciones.

Hay tres factores que influyen en el revelado: el tiempo, la temperatura y la concentración de la solución. En teoría cambiando cualquiera de estos alteraremos el revelado, pero la técnica más fácil de usar es el tiempo. La mayoría de los reveladores poseen una tabla de tiempo en donde se indica cómo efectuar esto según el tipo de negativo que deseemos obtener; así que os remito a ella.

Otra alteración la producimos cuando forzamos un negativo. ¿Qué significa esto? Pues bien, supongamos que tenemos un negativo de 400 ISO montado en la cámara (puede hacerse con cualquier sensibilidad, lo que pasa es que los de 400 son los que mejor se "dejan querer" para forzados) y estamos ante unas circunstancias y/o motivo con el que quisiéramos tener una sensibilidad distinta (mayor por falta de luz o para disponer de velocidades de obturación más rápidas, o menores para lograr más detalles, aunque esto último no suele pasar mucho, pues la calidad de grano de la modernas películas de 400 ISO es muy buena); la solución: forzar al negativo a la sensibilidad que deseáramos.

El forzado en un punto no nos va a incrementar sustancialmente el grano, pero un forzado en tres puntos ya comienza a ser más que notable el grano. Así que el forzado también es útil si buscamos un efecto de grano en la imagen. Para saber cuántos puntos hemos incrementado fíjate en el dial de sensibilidades y sus marcas. Por ejemplo, de 100 a 200 es un punto de incremento.

Esto ha de tenerse en cuenta a la hora del revelado del negativo, pues hemos de incrementar el tiempo en un 10 % por cada punto de forzado. Ejemplo: La tabla del revelador te da una lista de tiempos según película y en algunos contraste y/o finura del grano. Imaginemos que decidimos contraste normal y su valor correcto es de 8 minutos: pues bien como hemos forzado en un punto el resultado sería: 8*10%=8,8... aproximadamente serían 8 minutos y dividimos los 60 segundos en 10 unidades de tiempo (60/10=6 seg. por unidad), como son 8 unidades: 8*6=48 seg., Total= 8 minutos y 48 seg. Por supuesto, a la inversa también funciona la regla del 10 %, es decir, un 10% menos por cada punto de sub exposición.

Errores y valoración del Negativo

Cuando las cosas salen mal, el momento de descubrirlas suele ser al final del proceso. Un negativo correctamente revelado ha de presentar unos bordes limpios, estar libre de manchas, arañazos y estar uniformemente revelado.

Si presenta zonas no veladas del todo es porque la solución de revelado no ha cubierto completamente el negativo, así que la próxima vez pon más cantidad de solución.

Los arañazos pueden deberse a suciedad en las pinzas de secado, suciedad en el chasis del negativo o a una velocidad muy rápida de rebobinado. Así que las pinzas siempre limpias y ligeramente húmedas a la hora del secado del negativo. Si ha salido un negativo rayado tira ese chasis, de todas formas, no uses un mismo chasis más de cinco veces. Y si el rebobinado de la película es manual, hazlo despacio y con tranquilidad.

Para valorar el negativo hemos de verlo en una posición que te permita estudiarlo de cerca con una luz de fondo eficaz (una luz blanca o una caja de luz con una lupa (mejor de cristal que de plástico) de al menos x8 aumentos). Puedes crearte tu propia caja de luz con unos tubos fluorescentes colocados sobre metal o plástico blanco reflectante y cubiertos con una hoja de plástico translúcido. El criterio esencial es conseguir una luz clara e uniforme.

La valoración de la densidad y del contraste del negativo nos ayudará a planificar la copia en papel. La densidad se controla principalmente mediante la alteración de la exposición en la ampliadora, así que podremos pasar al papel las imágenes más o menos densas según el gusto. La mayoría de los fotógrafos aficionados prefieren dejar el diafragma de la ampliadora en un número f establecido y jugar con los tiempos de exposición.

El contraste lo seleccionaremos según la calidad de papel adecuada y su número. Así que un negativo muy contrastado podrá ser suavizado usando un papel de grado suave (1 por ejemplo), y viceversa, una imagen poco contrastada podrá ser aumentada de contraste con un papel de grado duro (4 o más). Un papel de superficie brillante (que da el negro más profundo) y de pasta de papel blanco (que da el punto de luz más brillante) ayudan a producir el mejor contraste.

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