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El Escáner
Un escáner es un dispositivo que convierte las imágenes impresas en formato digital.
Al igual que ocurre con los CCD, la principal característica de un escáner es la resolución que se mide en puntos por pulgada (ppp) y la profundidad de color. El término resolución óptica tiene su importancia en que son muchas las marcas que venden sus productos basándose en la "enorme" resolución que proporcionan sus equipos, y es que existe otro tipo de resolución, la resolución interpolada, que no es más que un truco que poseen los escáneres que consiste en calcular el valor de un punto que se encuentra entro los dos más cercanos que el dispositivo puede leer; así hinchan artificialmente la imagen para proporcionar un archivo de mayor volumen y mejorar en algo la resolución, pero eso no es más que un truco que se notará luego en el retoque un montón, pues suele perderse nitidez de imagen, y por supuesto, muchos pequeños detalles, algo similar que ocurre con el zoom digital.
Nuestro escáner ideal, poseerá la mayor resolución óptica que podamos pagar, dando 600ppp, como una resolución decente, 1200ppp como una resolución buena y a partir de 2400ppp como una muy buena resolución.
Aunque existen otros tipos de escáneres, los más usuales por los fotógrafos son de dos tipos:
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Escáner de sobremesa: Para las fotos positivadas en papel. Dependiendo del tamaño máximo físico de la imagen a tratar, la calidad de la óptica que lleve (calibrado y calidad de las lámparas incluidas), la resolución que nos proporcione y la profundidad de color que sea capaz de obtener, así será su coste. Aunque algunos escáneres planos proporcionan un accesorio para el digitalizado de negativos y diapositivas, la verdad es que no suelen estar a la altura de nuestras expectativas pero siempre será mejor tener esa opción que nada.
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Escáner de negativos y diapositivas: En él se introduce directamente el negativo o las diapositivas, ahorrándonos la necesidad de positivar. Lo dicho para lo de sobremesa es 100 por 100 aplicable en estos, y además, el parámetro de la calidad de la óptica es más crítico si cabe en esta clase de periféricos. Generalmente, un escáner de negativo y diapositivas de calidad saldrá bastante más caro que los de sobremesa, pero merecen la pena
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Para el trabajo digital de las imágenes trabajaremos siempre con la resolución óptica del dispositivo, con lo que lograremos de esta forma el mejor nivel de detalles y de medios tonos. Pero hemos de ser conscientes de la diferencia que existe actualmente con las emulsiones de haluros de plata, la emulsión peor es capaz de representar 90 líneas por milímetro, lo que representa unos 7.000.000 de puntos para un negativo en blanco y negro de 35mm. Trabajando con este negativo a 1200ppp lograremos 1.800.000 puntos, lo que está unas 3,8 veces por debajo del nivel de información de una emulsión.
Además, podemos ampliar de forma convencional dicho negativo sin una pérdida notable de calidad hasta unas 7,5 veces su tamaño, mientras que digitalmente, al aumentar su tamaño de impresión al doble, se queda automáticamente la resolución a la mitad. Conclusión, cuando digitalicemos una imagen debemos conocer el tamaño final que buscamos para ajustar dicho tamaño a una resolución adecuada. La profundidad de color para el el empleo en fotografía ha de ser de 24 bits o superior, algunos equipos ofrecen 32 y hasta 36 bits de profundidad de color.
¿Y si mi escáner no es capaz de dar la resolución que yo necesito? Pues existen otros tipos de escáneres, denominados de tambor, a cuya disposición ponen algunos grandes centros de trabajo e incluso de fotografía que por una cantidad razonable nos harán entrega de la digitalización a la resolución de trabajo necesaria.
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